LA REFLEXIÓN SOBRE EL HOMBRE
Por Jesús Pérez Loza
Maestro en
Metodología de la Enseñanza
La filosofía antropológica o reflexión
sobre el hombre, es un tema que se inició desde el siglo V antes de Jesucristo, cuando Sócrates
(469-399) medita y se interroga: ¿A mí de que sirve saber de todo lo que me
rodea si no me conozco a mí mismo?
Sócrates |
Llegó a dicha interrogante, una vez que
revisó los avances de los primeros filósofos griegos que en la región de Jonia
comenzaron a buscar respuestas a la cuestión del arké: principio o elemento de
todas las cosas, llegando cada uno de ellos a diferentes respuestas, Tales de Mileto (624-546), el primer
pensador ya dentro de una plena reflexión filosófica, concluyó que el agua, es
el elemento fundamental; Anaximandro
(610-547), dijo que el apeirón; Anaxímenes
(588-524), que el aire; Pitágoras
(572-497) que los números; Heráclito
(544-483) que el cambio y en oposición a él, Parménides
(540-470) aseguró
que el ser inmutable; Anaxágoras
(500-428) refiere que el origen de todo son una infinidad de materias cósmicas
que denominó homeomerías; Leucipo
(500-440) y Demócrito (460-370) se
pronunciaron a favor de los átomos y Empédocles (483-423) también explicó, que no se trata de una sola
sustancia sino de cuatro: tierra, aire, agua y fuego.
Parménides |
Anaxágoras |
Desde luego que Sócrates
(469-399) sí reconoció el avance de sus antecesores de la etapa cosmológica de
la filosofía, pero él, prefirió volver la mirada sobre sí mismo para darle un
nuevo rumbo a la meditación humana, emprendiendo así la filosofía antropológica
o estudio filosófico del hombre.
En esta tarea también fueron copartícipes
los sofistas, primeros educadores griegos que profesionalizaron la docencia y
la ejercieron en forma itinerante, destacándose entre ellos Protágoras (480-410) y Gorgias (483-375), llegando a la
conclusión de que el hombre es la medida de todas las cosas.
Pitágoras |
El problema filosófico del hombre,
consiste en la búsqueda de una síntesis global que incluya todos los aspectos
del ser humano, pero significándose expectativas de índole espiritual o
racional.
En este quehacer de la antropología
filosófica también incursionó el alumno más brillante de Sócrates,
el mismísimo Platón (427-347), llamado
así por sus anchas y atléticas espaldas, siendo su verdadero nombre Aristocles.
Platón |
Platón creador de una
doctrina de las ideas, concibe al hombre como la unión del alma, conocedora del
mundo de las ideas, con el cuerpo, del cual es su prisionera.
A su vez, el discípulo más distinguido
de la Academia platónica, Aristóteles
(384-322), define al hombre como un animal político o ser social, cuya
naturaleza le obliga a vivir asociado a sus semejantes.
San Agustín (354-430), en su
incesante búsqueda de la verdadera fe, también medita sobre el individuo y
llega a la conclusión de que el hombre es un profundo misterio, en cuyo
interior está la verdad.
Aristóteles |
El Cristianismo, la nueva
religión que lucha y vence a las herejías de los primeros siglos de nuestra
era, ve al hombre como un ente creado por Dios a su imagen y semejanza.
Y ya dentro de la Edad Media, el máximo
exponente de la Escolástica, Santo Tomás de
Aquino (1225-1274), coincide
con Severino Boecio (480-524), en que, el
hombre es una sustancia individual de naturaleza racional.
Llegamos a la filosofía moderna con su
fundador, Renato Descartes, (1596-1650)
quien considera al hombre como una cosa que piensa, un ser pensante.
Descartes |
Emmanuel Kant (1724-1804), el extraordinario filósofo
alemán, distingue al hombre como un ser que tiene conciencia, porque participa
de la conciencia trascendental.
Carlos Marx (1818-1883), explica que la esencia del hombre no es algo
abstracto, algo inherente al individuo aislado, sino que es, en realidad, el
conjunto de todas las relaciones sociales.
Kant |
Para Ernst
Cassirer, (1874-1945) el hombre es un animal simbólico, o sea,
un animal que habla.
El filósofo español, José Ortega y Gasset (1883-1955) ve al individuo inmerso en su entorno
y dice que el hombre, es él mismo, más lo que lo rodea; y como tal, así se
define: ”Yo, soy yo, y mi circunstancia”.
Para Herbert
Marcuse, (1898-1979) el hombre es un consumidor manipulado u
hombre unidimensional.
El filósofo francés existencialista, Jean Paul Sartre
(1905-1980) dice que, el hombre es libertad, porque está en proceso de
hacerse a sí mismo.
Para la Axiología,
el hombre es aquel ser que descubre, jerarquiza y encarna los valores.
Miguel de Unamuno
|
Miguel de Unamuno (1864-1936),
otro gran filósofo y escritor español, explica que el hombre es el objeto y
sujeto de la filosofía; el hombre concreto individual: el hombre de carne y
hueso.
Ernest Cassirer |
El existencialismo, una de las
corrientes filosóficas del siglo XX, concibe al hombre como objeto esencial de
su doctrina y meditación.
El antropocentrismo, es la doctrina
filosófica que ubica al hombre como centro del universo.
Dentro de todas las concepciones del ser
humano, también está la de persona, y adquiere esta categoría, porque es una
unidad sintética de elementos biológicos, psíquicos, sensitivos, intelectivos,
volitivos y afectivos, con una extraordinaria capacidad de reflexión y
autodeterminación.
Jean Paul Sartre |
Una de las definiciones más aceptada, es la clásica: el hombre, es un animal racional.
Por todo lo anterior, concluimos que también
el hombre es un microcosmos, porque éste, es un concepto filosófico, que define
al individuo como reflejo y resumen del magno universo.
Bibliografía:
Bibliografía:
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MARIAS, Julián, HISTORIA
DE LA FILOSOFÍA. Editorial Revista de Occidente, S.A.., Madrid, España, 1971.
Guadalajara, Jalisco,
martes
22 de agosto de 2017.