SÓCRATES,
EL MAESTRO DE PLATÓN
Por Jesús Pérez Loza
Sócrates (469-399), el primer filósofo que ubicó al hombre en el centro de la meditación filosófica, vivió en una época maravillosa, como lo fue la del siglo V antes de Jesucristo, conocido también como el siglo de Pericles (495-429), quien fue un extraordinario gobernante, impulsor del arte, la literatura y monumentos y obras arquitectónicas como el Partenón, esculturas y bellas estructuras que conformaron la Acrópolis de Atenas. En su gobierno destacaron el historiador Herodoto y los trágicos griegos Esquilo, Sófocles y Eurípides, así como el escultor Fidias. También Pericles se destacó como militar y general, en las Guerras Médicas y las del Peloponeso, así como político y orador; el historiador Tucídides, lo denominó: "el primer ciudadano de Atenas".
Antes de Sócrates, los primeros filósofos griegos como Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Heráclito, Parménides, Jenófanes, Leucipo Anaxágoras, Demócrito, etc., se habían preocupado por el arké: principio o elemento básico de todas las cosas de la Naturaleza.
Tales de Mileto (624-546), primer filósofo griego y quien era además uno de los 7 sabios de Grecia, afirmó que el principio de todo es el agua; Anaximandro (610-547) dijo que es un elemento indefinido o apeirón; Anaxímenes (588-524), el aire; Pitágoras (569-475), los números; Parménides (540-450), el ser inmutable; Heráclito (535-475), el cambio; Empédocles (490-430), tierra, aire, agua y fuego; Anaxágoras (500-429), las homeomerías; Leucipo (500-440) y Demócrito (460-370), los átomos.
Sócrates, nativo de la misma Atenas y con un papá que era cantero, Sofronisco y su mamá, que era partera, Fenareta, también se preocupó por los misterios del Universo y de la Naturaleza, pero prefirió orientar su pensamiento y meditación hacia el ser humano, hacia el individuo y siguiendo el ejemplo de los geómetras de su tiempo, que definían las características de las figuras como el triángulo, el cuadrado, el círculo, etc., trató de definir las virtudes y cualidades humanas: la virtud, la valentía, la honestidad, la perseverancia, etc., para lo cual descubrió el concepto ó definición, y también fundó la Filosofía Moral ó Etica. Platón, que inicialmente quería ser poeta, al conocerlo cambió su vocación por la de filósofo y recibió las enseñanzas socráticas durante 8 años, que le permitieron recopilar el valioso material para su obra principal, los Diálogos.
La Acrópolis de Atenas, en tiempos de Pericles
Un filósofo contemporáneo Ramón Xirau (20 de enero de 1924, Barcelona - 26 de julio de 2017, México) dice que Sócrates no escribió ningún libro, porque confió más en el poder de la palabra hablada, así que para conocer su pensamiento es necesario informarse en tres fuentes importantes: los Diálogos de Platón (427-347), los recuerdos de Jenofonte (431-354) y los textos de Aristóteles (384-322).
Precisamente Platón distingue entre la mayéutica o método crítico de Sócrates, que busca la verdad y el método de los sofistas o erística, que no va en pos de la certeza, sino que conduce sólo a discutir por discutir.
La mayéutica o método socrático, consiste en interrogar y significa dar a luz, descubrir la verdad, que es alumbrada en la mente por medio del concepto.
La sabiduría consiste en el arte de vivir. El bien se identifica con la sabiduría; la virtud es un saber que capacita para vivir.
Sólo hay un bien: el conocimiento y un mal: la ignorancia.
La ironía de Sócrates, consiste en confirmar su propia ignorancia: "Yo solo se, que nada se".
El filósofo italiano Nicola Abbagnano (1901-1990).
Resume en 5 puntos la filosofía de Sócrates:
1 El valor de la investigación filosófica, según el cual, una vida sin investigación no es digna de ser vivida.
2 La limitación de la investigación al hombre y el desinterés de toda la investigación de la naturaleza.
3 La identificación de ciencia y virtud, en el sentido de que la virtud se puede enseñar y aprender, y que no se puede realizar el bien sin conocerlo.
4 La importancia atribuida a la enseñanza, con la pretensión de no enseñar nada y, de limitarse a favorecer el parto intelectual de los oyentes.
5 El método de la interrogación y la ironía.
Un aspecto poco conocido en la vida de Sócrates es el de sus dos esposas y sus tres hijos, lo cual nos refiere Diógenes Laercio (180-240), biógrafo de los filósofos: "Sócrates tuvo dos mujeres propias: la primera Jantipa, de la cual tuvo Lamprocle; la segunda Mirto, hija de Arístides el Justo, la que recibió indotada, y de la cual tuvo a Sofronisco y a Menexeno. Algunos dicen que se casó primero con Mirto; otros, que se casó al mismo tiempo con ambas, y de esta opinión son Sátiro y Jerónimo de Rodas, pues dicen que los atenienses querían poblar la ciudad, exhausta de ciudadanos a causa de las guerras y contagios, así que decretaron que los ciudadanos se casaran con una ciudadana, y además pudieran procrear hijos con otra mujer, y que Sócrates lo hizo así".
La enseñanza de Sócrates a la juventud de Atenas fue muy exitosa, porque el maestro caminaba por las calles de Atenas y de pronto la gente se reunía en torno a él, en las plazas, en el mercado, en la vía pública y se conformaba un círculo socrático a extramuros e itinerante y allí mismo, se desarrollaba la actividad docente sin más exigencia ni trámites, que la propia vocación de los alumnos y la disposición y paciente atención pedagógica del docente. Fue tal el avance y supremo resultado de la enseñanza y reflexión cotidiana, que a un cuestionamiento específico, el Oráculo de Atenas respondió: "Sócrates es el más sabio entre los hombres".
Platón y su discípulo Aristóteles
Pero dicha proclamación además de ser una premisa irrebatible, también provocó la envidia de muchos y más, de los políticos mediocres, así que Sócrates fue acusado ante la autoridad de ser impío y de corromper la juventud. La calumnia fue proferida por Anito, en nombre de los artesanos y magistrados, por Licón, representante de los oradores y por Melito en nombre los poetas.
La muerte de Sócrates. Obra del pintor francés Jacques Louis David
El tribunal condenó a Sócrates a morir por sí mismo, sentenciándolo a beber un veneno mortal, la cicuta, lo cual cumplió el gran maestro de todos los tiempos, negándose a huir, como le propusieron sus discípulos, porque como él se los explicó, primero está ser digno y cumplir con el respeto a la ley, que es lo ético.
De este fin de Sócrates, quien transitó a la inmortalidad a los 70 años, se arrepintieron los atenienses, tanto que cerraron los gimnasios y las palestras. "Desterraron a algunos y sentenciaron a muerte a Melito y honraron a Sócrates con una estatua de bronce que hizo Lisipo", Diógenes Laercio.
Atenas en el tiempo de Sócrates
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