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miércoles, 12 de enero de 2022


BOECIO Y SU INFLUENCIA 
EN LA ESCOLÁSTICA 

Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio  (480-524) es reconocido como gran impulsor de La Escolástica y  al respecto, Étienne Gilson afirma que Boecio fue, para la escolástica medieval, por sus traducciones, comentarios y escritos, la principal autoridad en lógica de la Edad Media hasta que en el siglo XIII fue traducido al latín y comentado directamente el Organon completo de Aristóteles (384-322). 

En su Organon, obra principal de Aristóteles, realiza la distinción, que luego sería central para la escolástica, entre id quod est (todo el ente) y quo est o esse (aquello que hace que el ente sea). 

    Igualmente, Boecio es conocido como «el último romano, el primer escolástico», según lo afirma​ el historiador Martin Grabmann (1875-1949) porque con él, se inician la cultura y el pensamiento de la Edad Media. Gracias a Boecio la Edad Media conoció la cultura griega, y el occidente latino comienza a enterarse de algunas de las obras de Aristóteles.

    Además de filósofo, otro perfil muy importante, de Boecio, es el de mártir de la fe católica, condición que lo incluye en el martirologio romano; precisamente fue el Papa León XIII quien aprobó su culto para la diócesis de Pavía, donde se confirmó el estatus de santo el 25 de diciembre de 1883, pero se le festeja el 23 de octubre.

Benedicto XVI

          El papa Benedicto XVI explicó la relevancia de Boecio para los cristianos de hoy en día al vincular sus enseñanzas con un entendimiento de la Providencia. 

    Además, Benedicto XVI escribe: "Boecio nació en Roma, en torno al año 480, de la noble estirpe de los Anicios; siendo todavía joven, entró en la vida pública, logrando ya a los 25 años el cargo de senador. Fiel a la tradición de su familia, se comprometió en política, convencido de que era posible armonizar las líneas fundamentales de la sociedad romana con los valores de los nuevos pueblos. Y en este nuevo tiempo de encuentro de culturas consideró como misión suya reconciliar y unir esas dos culturas, la clásica y romana, con la naciente del pueblo ostrogodo. De este modo, fue muy activo en política, incluso bajo Teodorico, que en los primeros tiempos lo apreciaba mucho".

"A pesar de esta actividad pública, Boecio no descuidó los estudios, dedicándose en particular a profundizar en los temas de orden filosófico-religioso. Pero escribió también manuales de aritmética, de geometría, de música y de astronomía: todo con la intención de transmitir a las nuevas generaciones, a los nuevos tiempos, la gran cultura grecorromana. En este ámbito, es decir, en el compromiso por promover el encuentro de las culturas, utilizó las categorías de la filosofía griega para proponer la fe cristiana, buscando una síntesis entre el patrimonio helenístico-romano y el mensaje evangélico. Precisamente por esto, Boecio ha sido considerado el último representante de la cultura romana antigua y el primero de los intelectuales medievales".

    "Ciertamente su obra más conocida es el De consolatione philosophiae, que compuso en la cárcel para dar sentido a su injusta detención. Había sido acusado de complot contra el rey Teodorico por haber defendido en un juicio a un amigo, el senador Albino. Pero se trataba de un pretexto: en realidad, Teodorico, arriano y bárbaro, sospechaba que Boecio sentía simpatía por el emperador bizantino Justiniano. De hecho, procesado y condenado a muerte, fue ejecutado el 23 de octubre del año 524, cuando sólo tenía 44 años".

        Boecio, también es venerado en la Iglesia Ortodoxa. 

                       Aula de enseñanza, durante la Edad Media

    Desde la muerte de San Agustín, en el siglo V y hasta el inicio de la Escolástica en el siglo IX, hubo 4 siglos en que prácticamente no hubo filosofía, es decir no aparecieron un nuevos conocimientos que aumentaran el saber filosófico, pero en cambio si se realizó una importantísima tarea de recopilación del saber antiguo, para recuperarlo,  aportarlo, conservarlo a la Edad Media para salvarlo de la destrucción generada por los pueblos barbaros y que derrumbaron  desde sus mismos cimientos el Imperio Romano.

Beda El 
Venerable

Por ello, en esos siglos de ausencia de nuevos avances en el saber filosófico, los conventos y monasterios, juegan un papel muy importante en la tarea salvadora de los conocimientos acumulados por la humanidad desde la antigüedad, pero también hubo personajes que directamente participaron en el rescate de ese saber en peligro de ser eliminado, figurando entre ellos el mismo Severino Boecio, así como Pseudo Dionisio Areopagita (400-490),  Casiodoro (468-575), San  Isidoro de Sevilla (570-636), San Beda El Venerable (673-73n5) y Juan Damasceno (675-749), entre otros. 

    Boecio impuso también un innovador método de traducción, interpretación y comentario, que habría de ser la semilla que luego fructificó en el método escolástico al que tanto también aportó el dominio y ejercicio de la dialéctica.

     Otra contribución importante de Boecio fue una serie de definiciones importantes, como la de persona, que es la sustancia individual de naturaleza nacional, que adoptó posteriormente en sus enseñanzas y escritos, el mismo Santo Tomás de Aquino.

        Hay autores, que consideran a Boecio como el verdadero introductor del pensamiento aristotélico en la filosofía medieval, con sus traducciones que figuraron como vanguardia, antes de que llegaran en el siglo XII  los escritos de los filósofos árabes, principalmente los de Averroes (1226-1298).

CULTURA
UNIVERSAL

Director

Lic. Jesús Pérez Loza

Guadalajara, Jalisco, miércoles
12 de enero de 2022.

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